Soy preciosa porque lo digo YO, y punto
!
Harta estoy ya de que una serie de mentes "pensantes" que trabajan para la industria (cosmética, de la moda, alimentaria, etc) sean los que decidan los centímetros que me faltan, los kilos que me sobran, si tengo las cejas demasiado anchas o los muslos demasiado celulíticos. Si mi pecho es demasiado pequeño, o está demasiado caído, o no es lo suficientemente firme y redondo. Una gente que no me conoce ni de la bulla de la feria no va a decirme cómo soy o cómo debo ser. No voy a entrar en aquello de que las mujeres con curvas son más sexys, más mujeres o mejores, no, pero peores tampoco. Estoy hasta el moño de que a las mujeres se nos imponga un modelo de belleza al que todas debemos aspirar sin tener en cuenta que cada persona es diferente y debería tener como único referente la mejor versión de sí misma, no la mejor versión de alguien que poco o nada tiene que ver con ella. ¿Puede una mujer de hueso ancho dejar de tener el hueso ancho? ¿Puede una mujer baja tener las piernas kilométricas? ¿Puede una mujer muy alta menguar unos centímetros? No, ni falta que hace.
Por un centímetro no mido 1,60. Me sobran, según el endocrino (que supongo sabrá lo que se dice) 15kg. Tengo celulitis y mollas (los kilos que sobran en algún lado los tendré que meter). Y soy feliz mal que les pese a las altas esferas, porque alguien feliz no es rentable (no les compro todas las cremas milagrosas que anuncian, ni todas las máscaras de pestañas esperando que cada una supere a la anterior, ni todos los tratamientos capilares, etc). No suspiro por que se me noten las costillas, ni por medir 10 centímetros más, ni por tener los labios de Angelina Jolie ni nada de ninguna famosa. En mi humilde opinión tengo un cerebro que funciona lo suficientemente bien como para saber que no me merece la pena perseguir quimeras y que es mucho más recomendable ser feliz con lo que uno tiene, o uno no será feliz nunca.
Atención: El reflejo en este espejo puede estar distorsionado por el ideal de belleza creado por la sociedad
(una traducción un poco libre, pero el mensaje ahí está)
Odio todos los anuncios de televisión en los que mujeres delgadísimas desayunan por las mañanas cereales que saben a cartón, comen como si fuera una delicatessen yogures que no son yogures o van a sustituir dos comidas diarias por una barrita de Bimanán porque una amiga se casa. ¿Para cuándo esos mismos temas enfocados a hombres? En los anuncios los hombres se van de cervezas, se echan desodorantes gracias a los cuáles les llueven señoritas del cielo o conducen cochazos.
Harta estoy ya de toda esa presión, no porque me afecte (ya no, nunca más), sino porque hay muchas personas a las que sí y por culpa de eso no disfrutan de la vida y de su cuerpo (que para eso es suyo) todo lo que deberían.
"Beauty is a state of mind" (la belleza es un estado mental), y aunque la frase está algo manida la repito porque es verdad. Si nos aceptamos e intentamos ser la mejor versión de nosotras mismas, saldremos por la puerta con la absoluta convicción de que somos preciosas, y eso se transmite. A nadie le quedará ninguna duda de que somos estupendas.
Y me despido con la imagen de aquella campaña sobre mujeres reales de Dove, que me encantó.
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