martes, 4 de marzo de 2014

Con falda y a lo loco

Hace un tiempo que he vuelto yo a la falda y al vestido. Ese lado femenino que todas tenemos en mayor o menor medida yo llevaba un tiempo dejándolo más aparcado de la cuenta, y es que me paro a pensar y una vez que caí en mi particular espirar o círculo vicioso de vaquero y jersey, vaquero y jersey Y vaquero y jersey, me ha costado bastante salir.

¡Pero lo conseguí! Creo que los factores determinantes han sido

a) que el tiempo ya está cambiando y
b) que tengo una preciosa colección de vestidos que pedían a gritos volver a ver la luz

y quizás también un mínimo de fuerza de voluntad por mi parte, porque a las 7:30 de la mañana me suele tirar bastante para atrás enfundarme unas medias (no me preguntéis por qué, esas manías que una tiene).

El resultado es que mi autoestima ha subido algo así como 20 puntos porcentules. La falda te invita a llevar tacones y los tacones a maquillarte un poco, y de pronto ya no tienes cara de muerto, vas divina de la muerte con ese modelito fruto de la investigación online que nadie más en kilómetros a la redonda tiene y que todo el mundo admira (¡Ohhh! ¿De dónde es? ¿Y esos zapatos? ¿De dónde sacas esas medias?) y afrontas el día de otra manera. Cosas de la mente humana, la sugestión o yo que sé, "but whatever it may be, it works" (pero lo que quiera que sea, funciona).

Medias de Pamela Mann

¿Con qué prendas os sentís vosotras más favorecidas?
¿Cuál es ese modelito que tenéis en el armario con el que os coméis el mundo?

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